La Carrera de Jhoulys Chacín
Estar en el
sitio indicado, en el momento ideal.
El viejo
lugar común beisbolero aplica por partida doble a Jhoulys Chacín.
El lanzador
zuliano fue el número uno en la rotación de los Rockies, hasta que una lesión
en el hombro detuvo transitoriamente su carrera. Hoy está sano. Y desde
comienzos de temporada ha buscado su lugar de regreso en las Grandes Ligas.
Hizo bien
al firmar con los Bravos. Es un equipo en reconstrucción, sin grandes figuras,
a la búsqueda de varios abridores y con muchas posiciones abiertas. Era el
lugar perfecto para regresar a las mayores.
Chacín
recuperó su estatus, al asegurar el quinto puesto de la rotación de Atlanta,
durante el Spring Training. Y en sus cuatro primeras salidas, toleró tres carreras
o menos. Para ese momento, tenía 3.27 de efectividad.
Los rivales
le bateaban para .259, antes de su última salida con los aborígenes. Sus números
globales se afean hoy por esa quinta presentación, en la que le fabricaron ocho
rayitas. Pero algo había mostrado, que llevó a los Ángeles a preguntar por él.
¿Cuál
podría ser la mayor duda con el zuliano, hoy? El hombro. Y en consecuencia, la
potencia de sus pitcheos. Pero Fangraphs
nos permite comprobar que el peligro parece haber quedado atrás.
Todos sus
envíos, menos la recta, han corrido más rápidamente en esta campaña, en
promedio; la curva, el cambio, la recta cortada y el slider.
La recta,
que ha tirado de por vida a 90,2 millas por hora, le está cayendo a 89,4.
Comenzando la zafra, como en efecto estamos, es lógico pensar que va a aumentar
ligeramente la velocidad. Todo indica que el viejo Chacín está de regreso.
Ese es el
monticulista que el miércoles adquirieron los Ángeles, una escuadra urgida de
ayuda en la rotación.
El as
Garrett Richards está fuera por el resto de la temporada, sometido a la cirugía
Tommy John. Andrew Heaney también quedó al costado del camino. Jered Weaver ya
no es el número uno de antes, con 4.72 de efectividad y un ponche cada casi dos
innings. Matt Shoemaker ha sido un desastre en este inicio.
Héctor
Santiago es el menor lanzador en esa rotación, lo que resulta un reflejo palpable
de la situación real que se vive en Anaheim. A ese equipo llega Chacín.
El marabino
tiene el panorama abierto para consolidar su regreso a la estelaridad. El otrora
número uno de Colorado tiene garantizado su lugar en la rotación. El sábado hará
su estreno, en Seattle, contra Hisashi Iwakuma.
Los
querubines fueron a buscarle. No llegó de rebote a su nueva organización.
Tuvieron suerte, porque no es fácil conseguir un vendedor en mayo, cuando todos
los clubes todavía mantienen su chance, al menos de manera nominal.
Los
serafines buscaron a Chacín y le dieron su puesto. Ahora todo depende de él. Está
en una escuadra con los peores números entre abridores este año. Una divisa que
quiere y puede competir. Un lugar donde tendrá libertad para lanzar cada cinco
días, demostrar lo que tiene en el brazo y, eventualmente, afianzarse en la
MLB.
Hay pocos
sitios más propicios que Anaheim para un abridor en busca de recuperar su
estatus. Por eso, el cambio de los Bravos a los Ángeles puede resultar algo
providencial.
Luego de
casi tres años buscando completar su regreso, Chacín está en el lugar indicado,
en el momento ideal.
Publicado en El Nacional, el viernes 13 de mayo de 2016.