martes, 19 de diciembre de 2017

José Castillo: “Gracias a Dios ayudé a Tigres. Les demostré que no hicieron un mal cambio. Seguiré trabajando para ayudar a Aragua”.



Andriw Sánchez Ruiz | Prensa LVBP

Caracas.- José Castillo pudo haber pasado la noche del lunes decaído por una nueva derrota de Tiburones de La Guaira. Tal vez hubiese visto con ojos pesarosos el despliegue ofensivo de Tigres de Aragua o se hubiera ido al hotel con la incertidumbre si iba a jugar en la postemporada. Pero, por el vuelco que dio su carrera horas antes, nada de eso ocurrió.
Fue canjeado de los escualos a los bengalíes, por Luis Villegas y Miguel Méndez. Eso le permitió castigar a su ex equipo, ser uno de los protagonistas en la victoria de los felinos 8 a 3 y celebrar, en el centro del Estadio Universitario, la clasificación matemática de su nuevo club a los playoffs.
Ahora los maracayeros acompañan a Navegantes del Magallanes, Leones del Caracas, Cardenales de Lara y Águilas del Zulia en la cofradía que podrá competir en enero. Mientras que los salados alejan más sus posibilidades de arrebatarle el sexto puesto a Caribes de Anzoátegui.
“Fueron sentimientos encontrados. No tuve intención de que me cambiaran, pero esto es un negocio. Desde que La Guaira me dio la oportunidad di el cien por ciento”, dijo El Hacha después de festejar el importante laurel con tres imparables en cuatro turnos, incluido su segundo vuelacercas de la campaña. Además remolcó tres anotaciones y anotó dos. “Gracias a Dios ayudé a Tigres. Les demostré que no hicieron un mal cambio. Seguiré trabajando para ayudar a Aragua”.
Poco después de darle la bienvenida al club, el manager Buddy Bailey colocó a Castillo como el segunda base y tercer bate de la alineación rayada. No se equivocó. El experimentado paleador trajo la primera rayita del racimo de seis que le hizo la manada a Jonathan Albaladejo, iniciador litoralense, en el primer inning.
“Mi primer turno fue con hombres en posición anotadora, fue impresionante. Debo agradecerle a Bailey por darme la confianza de colocarme como tercer bate; pude responder”, dijo el guariqueño, quien dio el cuadrangular en el cuarto episodio. En muestra de respeto con su ex equipo, tras el sonoro contacto, bajó la cabeza y recorrió sobriamente las bases. “Fue un buen batazo y son cosas que pasan. Ojalá sigan saliendo batazos importantes en el futuro”.
Las únicas amenazas de Tiburones ocurrieron en el segundo pasaje, con dos carreras remolcadas por hits de José Brizuela y Alonzo Harris; y en el quinto, con un error de Engelb Vielma.
La daga que obliga a La Guaira a ganar cinco de sus próximos siete juegos para clasificar, si Caribes pierde todos los encuentros que le restan, fue incrustada por Castillo con un doble en el octavo acto.
“Estamos contentos con lo que conseguimos. Obviamente no hemos jugado muy bien recientemente, pero lo que hicimos al comienzo nos ayudó”, señaló Bailey. “Lo que hicimos en octubre nos ha llevado hasta aquí, por eso es tan importante el primer juego como el último. Vamos a reforzarnos, pero hacer público quiénes vamos a tomar no es lo correcto. Todavía quedan juegos por disputar”.

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